Aprovechemos el baño para hacer de las nuestras ¿por qué no?. Todo comenzó cuando mi hermanastra estaba en el baño probándose un nuevo traje de baño y me capturó cuando estaba viéndola desde la puerta. Estaba un poco disgustada pero el poder de la palabra siempre puede con todo, así que le calmé un poquito y le propuse tener sexo en el baño mientras mamá y papá estaban cenando en la cocina.
Estimulé su vagina permitiéndole a mis dedos soltarse dentro de ella. A decir verdad, no me esperaba que aceptara mi invitación a un polvo, por lo que aproveché la oportunidad para hacerla sentir verdadero placer. Desde que estábamos pequeños no había tenido oportunidad de volver a ver mi polla hasta ahora, así que cuando vió que no tenía el mismo tamaño desde entonces comenzó a hacerme una rusa y también me la chupó hasta que nos llamaron nuestros padres. Al día siguiente también estuvimos solos en la casa y ambos nos sentimos en la necesidad de terminar lo que habíamos empezado, así que dimos rienda suelta a la lujuria hasta eyacular en sus tetas.