Cuando la relación laboral escala hasta el sexo. La hermosa rubia, Ivy Wolfe se dirigía a casa de un cliente a ofrecer sus servicios como consultora. Se fue vestida muy sensual y elegante como acostumbra hacerlo. Por cosas de la vida captó la atención de su cliente en cuestión de instantes y existió tal química entre ellos que pasaron a los besos llegando hasta la sala; donde hubo el inolvidable desenlace carnal.
La nena tomando la iniciativa se inclinó a practicar sexo oral, consecutivamente el masculino le devolvió el favor. Ambos disfrutaron del coito como seguramente no se lo esperaban este día. Se le ofreció a la fémina un merecido revolcón asegurando poder volver a repetir en otra ocasión porque aunque sigan trabajando juntos, se puede seguir teniendo buen sexo ¿no es así?.
Ivy pedía que se ejecutaran la penetración más y más fuerte cada vez, así ver como le destrozan el coño. Deseando que no sacaran el miembro de su vagina, de la misma manera pidió que dejaran en su lindo rostro toda la leche producto del polvo de esta tarde. Cuando la relación no tiene problemas todo deseo sexual se cumple sin problemas y ambos quedan satisfechos. Esa es la ley de la vida.